PASTEL DE CARNE MAS CARO DE MI VIDA
Hoy no es día en que ya la chica que nos ayuda en casa, solo va 3 días a la semana pues el departamento es pequeño, por lo tanto tampoco se prepara el desayuno, pues por mas temprano que nos despertamos yo soy fanático de ver contacto directo y mi pareja es fanática de seguir durmiendo (claro que es mi esposa, pero lo escribo así para que mas de uno se ponga a pensar idioteces) entonces luego no nos queda tiempo para mas que bañarnos y vestirnos mas aun cuando en la empresa para la que mi pareja trabaja ( ya lo aclare, cierto) todavía tienen esa costumbre medieval de multar si llegas después de las 9:00 hrs. (claro que los jefes se fueron al mundial, me imagino que con lo recaudado de las multas).
Resulta que cuando llego a la Mall paso primero por el almacén y luego me dirijo a la oficina y al hacerlo paso cerca de HANZEL& GRETEL, como estaba con un hambre atroz y sabia que con el cafecito no se me pasaba, logre ver unos pasteles que me invitaban a saborearlo, recordé añoranzas del colegio donde en el bar del Liceo se exhibían esos pasteles y como uno solo de ellos alcanzaba para invitar (¡a si, claro!) a todos mis mejores amigos que almorzábamos juntos (claro, muchas veces de los 8 solo 2 comprábamos algo), bueno la cosa es que sin pensarlo pedí uno, me preguntaron si para llevar o para servírmelo ahí mismo, le dije que me lo llevaba a la oficina y me lo sirvieron caliente, le pegue el primer mordisco y cuando pregunte cuanto era la señora me dijo:
Asombrado saque 2 dólares y sin arrepentimiento alguno me entrego el vuelto y encima con una sonrisa de oreja a oreja como aquellos vendedores que se satisfacen por una venta cerrada o la de un delincuente que con cuchillo en mano te despoja de todas tus pertenencias.
Pero lo que es de mi ni muerto de hambre compro ahí nuevamente.
Como caro, si me pareció caro, pero que estaba bueno el desgraciado, lo estaba, no se si por el hambre que tenia o por lo que me costo
Resulta que cuando llego a la Mall paso primero por el almacén y luego me dirijo a la oficina y al hacerlo paso cerca de HANZEL& GRETEL, como estaba con un hambre atroz y sabia que con el cafecito no se me pasaba, logre ver unos pasteles que me invitaban a saborearlo, recordé añoranzas del colegio donde en el bar del Liceo se exhibían esos pasteles y como uno solo de ellos alcanzaba para invitar (¡a si, claro!) a todos mis mejores amigos que almorzábamos juntos (claro, muchas veces de los 8 solo 2 comprábamos algo), bueno la cosa es que sin pensarlo pedí uno, me preguntaron si para llevar o para servírmelo ahí mismo, le dije que me lo llevaba a la oficina y me lo sirvieron caliente, le pegue el primer mordisco y cuando pregunte cuanto era la señora me dijo:
$1.45
Si así sin vergüenza en la cara, sin mover una sola ceja como para denotar que hasta ella sabia que era un precio demasiado alto para un pequeño pastel de carne.Asombrado saque 2 dólares y sin arrepentimiento alguno me entrego el vuelto y encima con una sonrisa de oreja a oreja como aquellos vendedores que se satisfacen por una venta cerrada o la de un delincuente que con cuchillo en mano te despoja de todas tus pertenencias.
Pero lo que es de mi ni muerto de hambre compro ahí nuevamente.
Como caro, si me pareció caro, pero que estaba bueno el desgraciado, lo estaba, no se si por el hambre que tenia o por lo que me costo
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